martes, 26 de mayo de 2009

Todo vuelve

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O como me hubiera gustado


Irineu Evangelista de Sousa

Irineu Evangelista de Sousa, vizconde de Mauá, empresario y político brasileño (n. Jaguerão, Rio Grande do Sul, 1813 - † Petrópolis, 1889), importante hombre de negocios y banquero del Imperio del Brasil, principal sostén financiero de la política del Emperador Pedro II y diputado, emprendió negocios en los sectores de ferrocarriles, navegación, siderometalurgia, introducción del gas y electricidad.

El primer industrial del Brasil

De origen humilde, perdió a su padre a los cinco años, asesinado por ladrones de ganado.

Inició su actividad empresarial en el comercio, beneficiándose de las bajas tarifas de importación que rigieron en Brasil durante la década de 1830. Durante un viaje que hizo a Inglaterra en 1840, tomó contacto con la producción industrial, especialmente de hierro.

En 1844, impulsado por la nueva política de proteccionismo del Imperio, se dedicó a la industria: su primer negocio fue proveer tubos de hierro fundido para el emtubamiento de un arroyo en Río de Janeiro. Instaló una fundición en Niteroi, frente a esa ciudad, y fabricó primeramente tubos y posteriormente accesorios para embarcaciones. Más tarde, a partir de principios de la década de 1850, fundó un astillero en Niteroi, del que saldrían casi la mitad de los buques imperiales que participaron en la guerra del Paraguay. También fabricó calderas para máquinas de vapor, maquinaria industrial, postes de iluminación y artillería.

Se dedicó a empresas de gran alcance, con capital propio o asociado con otros empresarios nacionales y extranjeros. Construyó vías férreas, incluyendo la primera del Brasil, en 1854, junto a la Bahía de Guanabara.

Participó en la elaboración del código de comercio del Brasil, que inspiraría varios otros en Latinoamérica. Con la intención de prevenir las sanciones que Gran Bretaña imponía a los países que traficaban o compraban esclavos, financió varias acciones contra ese tráfico.

Fundó un astillero en Niteroi, frente a Río de Janeiro, del que saldrían casi la mitad de los buques imperiales que participaron en la guerra del Paraguay. También organizó una Compañía de Navegación de la Amazonia. Construyó una gran red de abastecimiento de agua en Río de Janeiro. Instaló el primer cable submarino de comunicaciones a través del Océano Atlántico. Fundó colonias de inmigrantes en el norte y el sur del país, aunque tuvieron mucho más éxito las de los estados del sur, donde instaló inmigrantes de Alemania.

Hasta entonces, todos los negocios en el Brasil dependían de la agricultura de exportación: del café, del azúcar y del caucho. Su acción emprendedora en la industria y las finanzas se convirtió en un punto de referencia para un cambio de mentalidad económica en el país, desde finales del siglo XIX.

El Banco Mauá

Paralelamente a sus actividades industriales, fundó el Banco Mauá, el más importante de Sudamérica por esa época. Tuvo un importante papel en la financiación de empresas en Brasil, Uruguay y la Argentina antes de la guerra del Paraguay.

Tras el levantamiento del bloqueo anglofrancés del Río de la Plata, fue el Banco Mauá quien financió las actividades de Montevideo y le dio tiempo al general Urquiza de llegar en su ayuda. Financió la alianza con éste y el Ejército Grande, en su campaña contra Juan Manuel de Rosas.

Afiliado al Partido Liberal, fue diputado en varios períodos. El emperador Pedro II lo nombró barón de Mauá, un puerto cercano a Río de Janeiro, y luego vizconde de Mauá.

En Uruguay, donde comenzó a invertir a partir de 1850, creó el Banco de Emisión y de Descuentos de Montevideo, en 1857.

En 1858 instaló la primera sucursal de un banco extranjero en la Argentina, la de la Casa Mauá en Rosario. No obstante, financió al gobierno del Estado de Buenos Aires durante los enfrentamientos con la Confederación Argentina, entre 1859 y 1861. Desde 1864 en adelante, este Banco cobró los impuestos que se pagaban en la provincia de Santa Fe, como pago por una gran suma de dinero que se le había adelantado al gobierno provincial. También prestó importantes sumas al gobierno nacional.

Con la crisis financiera de 1864, su banco entró en colapso y se declaró en quiebra. Apoyado por el gobierno imperial, muy poco más tarde fundó un nuevo banco, Mauá y Cía., que financió al gobierno de la provincia de Entre Ríos, y personalmente al general Urquiza. Adelantó al gobierno imperial el dinero necesario para comprarle a Urquiza casi todos los caballos de Entre Ríos, que éste compró compulsivamente. Por este medio, los opositores de la guerra quedaron a pie, y la mejor caballería de la Argentina, la entrerriana, hizo la campaña del Paraguay como tropas de infantería.

Una nueva crisis financiera, en 1873, causó la quiebra de su segundo banco. Aunque con el tiempo pudo pagar todas sus deudas, nunca recuperó del todo el prestigio que había tenido.

Falleció en Petrópolis, Estado de Río de Janeiro, en 1889. La mayor parte de los datos biográficos que se conocen de él surgen de las demandas de sus acreedores, posteriores a su fallecimiento.

1 comentario:

Ulschmidt dijo...

Una vida vibrante y morirse dejando muchas deudas! Qué mejor para que un capitalista sea recordado...