jueves, 26 de junio de 2008

Final de conflicto

Ambos actores, de propositos parecidos, y metodologias similares, estan en los ultimos pasos del conflicto que los tuvo en vilo durante mas de 100 dias.
Y, me hizo acordar una pelicula que va a mostrar el final de la votacion, consensuada por ambos, en los proximos dias.

Leamos con atencion, cambiemos algunos terminos y si no se parece a la realidad, poco falta.

El gatopardo narra las vivencias de Don Fabrizio Corbera, Principe de Salina, y su familia, entre 1860 y 1910, en Sicilia (Palermo y las tierras cercanas a Agrigento de Donnafugata).

En mayo de 1860, tras el desembarco de Garibaldi en Sicilia, Don Fabrizio asiste con distancia y melancolía al final de una época. La aristocracia comprende que el final de su supremacía se acerca: es el momento de que se aprovechen de la situación política los burócratas y mediocres, la nueva clase social emergente. Don Fabrizio, perteneciente a una familia de rancio abolengo, se tranquiliza viendo que su sobrino Tancredi, a pesar de combatir en las filas garibaldinas, intenta aprovecharse de la situación.

Cuando, como todos los años, el Príncipe se traslada con toda su familia a la residencia estival de Donnafugata, se encuentra a un nuevo alcalde Don Calogero Sedara, un burgués de origen humilde que se ha enriquecido y ha hecho carrera como político. Tancredi, que antes había manifestado algún interés por Concetta, la primogénita del Príncipe, se enamora de Angelica, la hija de Don Calogero, con la que se casará, fascinado probablemente por su belleza, pero también por su significativo patrimonio. Otro episodio significativo es la llegada a Donnafugata de un funcionario piamontés, Chevalley di Monterzuolo, que ofrece a Don Fabrizio la posibilidad de ser senador del nuevo Reino de Italia. Sin embargo, el Príncipe rechazará esta oferta, alegando que está demasiado ligado al antiguo régimen, dando como respuesta a Chevalley la famosa frase: «Algo debe cambiar para que todo siga igual».

Espejo de la realidad siciliana, esta conocidísima frase simboliza la capacidad de los sicilianos para adaptarse a lo largo de la historia a los distintos pueblos que han gobernado esta hermosa isla. La vida del Príncipe a partir de ese momento transcurre con monotonía y desconsuelo, hasta la muerte, que le llega en una anónima habitación de hotel en 1883, cuando regresaba de Nápoles, adonde había acudido para unas visitas médicas. En su casa permanecerán las tres hijas solteras, amargadas por su vida cerrada y solitaria.

El gatopardo está originalmente escrita en italiano, aunque aparecen frecuentemente frases en latín y francés.

4 comentarios:

manolo dijo...

Ayj
Clap, Clap, Clap.
Para no hacerlo largo, y señalar algunas alternativas “posibles” aunque improbables.
http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2007/10/no-cambiar-para-que-todo-cambie.html
Un abrazo
PD ¿No es tentador asociara K con Garibaldi Pum y a Tachuela con Cavour?

Charlie Boyle dijo...

Ayj y Manolo, Garibaldi pum, noe ni por las tapas asimilable a K, mas bién es un Che del siglo IXX. El tipo era un guerrillero en serio, tenía cojones y armas, cosa que no tiene K. Es mas no tiene posibilidad de tener armas y se refujia tras las polleras de su mujer. El único arma puesto en juego es el dinero, que siempre es limitado.
Esto no invalida nada de lo que se dice en el post que es muy probable que sea lo que pase.

manolo dijo...

Charly
Ademas de la chanza, me refiero a las diferencias de proyecto.
No era lo mismo la Italia republicana radical de G, que a la Monarquia Liberal de C.
La estrategia de Cavour recien se abandono con Benito en el año 22.
Un abrazo a las corridas

Ulschmidt dijo...

Esa frase justifica toda la obra...