En 1894, después de una primera etapa en el negocio telefónico, Vail residía en Spedwell Farms, su casa de campo de Vermont. Allí lo visitó Walter Davis, quien le habló con entusiasmo de las bellezas de la provincia argentina de Córdoba y de la posibilidad de construir sobre el cauce del Río Primero una planta hidráulica de generación de electricidad. Vail decidió viajar de inmediato a la Argentina, vía Londres-Lisboa, acompañado del ingeniero James W. McCrosky, expertos en obras hidráulicas. En la travesía conoció a un empresario inglés llamado Charles R. Thursby, interesado en electrificar los tranvías tirados por caballos de la época. Con gran éxito, Vail construyó una usina hidroeléctrica a orillas del río Primero, en Córdoba, y convirtió a la empresa porteña La Capital en un brillante negocio de tranvías eléctricos. En ambos casos fue el artífice financiero de los dos emprendimientos, colocando acciones y bonos en los Estados Unidos y en Europa. Entre los años 1894 y 1906 -durante los cuales no estuvo al frente de AT&T-, Vail viajó todos los años a la Argentina, escapando a los inviernos del Norte y refugiándose en los veranos del Sur; en sus escritos recuerda con nostalgia y simpatía sus estadías estivales en la Casa Bamba, nombre con que bautizó a la construcción que albergaba en su planta baja a la usina, y cuya planta alta fue acondicionada para sus estadías en la bella provincia mediterránea.
de reggini
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